Cerca de 100.000 hogares en la provincia se quedaron sin electricidad después de que los fuertes vientos derribaron líneas eléctricas y postes.
También hubo cortes de energía relacionados con el clima a unos 20.000 hogares a través de Escocia, con Ayrshire entre las zonas más afectadas.
En las fronteras, la costa este de la línea principal fue cerrada por deslizamientos de tierra en Dunbar y Berwick, golpeando todos los servicios al norte de Edimburgo.
