domingo, 18 de enero de 2009

Peligroso Ciclo Solar

El 31 de Julio apareció una pequeña mancha solar. Afloró desde el interior del Sol, flotó un poco sobre su superficie para luego desvanecerse al cabo de pocas horas.
En el Sol, este tipo de eventos es frecuente y no merecería la pena mencionarlo salvo que esta mancha solar era diferente, especial: era una mancha invertida.

Una mancha reversa o invertida es un claro signo del inicio de un nuevo ciclo solar. Una mancha invertida significa magnéticamente inversa. Las manchas solares son imanes del tamaño de planetas creadas por la dínamo magnética dentro del Sol. Como todos los imanes en el universo tienen un polo positivo (Norte) y otro negativo (Sur). La mancha solar del 31 de Julio asomó en las coordenadas solares 65º Oeste de longitud y 13º Sur de latitud y las manchas en esa área normalmente poseen una orientación Norte-Sur, mientras que esta recién llegada era opuesta, orientada Sur-Norte.

Esto es interesante porque predice el inicio de un nuevo ciclo solar, el ciclo número 24 de máxima solar, pero no uno cualquiera, no señor, estamos hablando de uno de los ciclos solares más grandes y poderosos de los últimos 50 años.

La actividad solar sube y baja en ciclos de 11 años aproximadamente, oscilando entre tiempos de mucha actividad con otros de menor o casi nula, lo que se conoce como Sol Quieto. Actualmente estamos sobre el final de un ciclo de mínima solar y el final del ciclo 23 cuyo pico fue durante el año 2001.
Los operadores satelitales y planificadores de misiones de la NASA están ansiosos por estudiar este nuevo ciclo por tratarse de uno de los más tormentosos jamás esperado, quizás el más tormentoso en décadas, lanzando al espacio gigantescas llamaradas solares, manchas y peligrosas tormentas de protones, produciendo hermosos espectáculos con brillantes auroras boreales en la Tierra.

Las primeras manchas solares de un nuevo ciclo son del tipo “backwards” o invertidas (reversas), explica Hathaway, un físico solar del centro de vuelo Marshal en Huntsville, Alabama.
Los físicos solares conocen desde hace rato que los campos magnéticos de las manchas solares revierten su polaridad entre un ciclo y otro. Norte –Sur se convierte en Sur-Norte en el ciclo siguiente. Por lo general las manchas solares duran días o semanas sobre la superficie del disco solar, pero ésta del 31 de Julio duró sólo horas. Apareció y se fue tan rápido que no hubo tiempo de darle una numeración oficial. Por otra parte, apareció en coordenadas sospechosas ya que ordinariamente las nuevas manchas aparecen en latitudes medias, cerca de los 30º Norte o Sur.

Algo curioso de este nuevo ciclo solar, además de su inusual actividad y fuerza, es que alcanzará su máxima de actividad entre los años 2010-11, coincidiendo con alineaciones planetarias únicas para nuestra historia moderna, sumando otro ingrediente más para el pronosticado tiempo de la gran destrucción por actividad climática o geológica en el mundo.
Durante los primeros dos años, el ciclo 23 y 24 compartirán la superficie solar hasta que el ciclo 24 cobre fuerza y desplace a su predecesor, dando lugar al esperado espectáculo de “fuegos artificiales”.

El equipo liderado por Mausumi Dikpati del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), predice que este próximo ciclo será al menos un 50% más fuerte que el anterior y seguido sólo en comparación con la máxima solar de 1958. Ese sí que fue un año de máxima solar como nunca se había visto. La Era Espacial estaba naciendo: lanzamiento del Sputnik en Octubre de 1957 y el Explorer 1 (primer satélite de USA) en Enero de 1958. Uno no podía decir que había una tormenta solar mirando las barras indicadoras de señal del celular porque no existían, pese a ello la gente sabía que algo raro estaba pasando porque se vieron auroras boreales tres veces en México. Eso fue algo sin igual! Consideren un momento que las auroras no se ven por debajo de Canadá o a lo sumo norte de Michigan en USA o Boston.
Las auroras se producen por las tormentas solares que lanzan fuertes ráfagas de viento que literalmente barren nuestro escudo protector, la magnetosfera o campo magnético terrestre, que nos protege de los letales rayos cósmicos. Estas partículas cósmicas provenientes del Sol penetran en la atmósfera y se encienden en brillantes luces danzantes en el cielo. Son hermosas pero letales.

Ahora que nuestro mundo está plagado y es dependiente de las comunicaciones electrónicas, satelitales y de micro-onda, es de esperar que a medida que este nuevo ciclo de máxima cobre fuerza, surgirán más y más problemas en la tecnología de teléfonos celulares, GPS, satélites climáticos y muchos otros, Internet, etc.

Las predicciones de Dikpati no tienen precedente. En casi dos siglos desde que los ciclos solares de 11 años fueron descubiertos, los científicos han estado luchando por poder predecir la magnitud de las máximas solares porque no obedecen a ninguna norma o patrón. Pueden ser poderosas como la de 1958 o insignificantes como la de 1805. La clave del misterio parece yacer en el cinturón magnético interno del Sol.
Para 2010-2011 los viejos campos magnéticos sumergidos bajo la superficie del Sol emergerán con fuerza bajo la forma de manchas solares gigantescas. Como la mayoría de los expertos en la materia, Dikpati predice el pico de actividad máxima para el 2012 mientras que Hathaway cree que será antes, en el 2010-2011.
¿Acaso los antiguos Mayas y su calendario sabían de esto y por ello predicen el final de esta era como la conocemos para el 21 de Diciembre de 2012? ¿Será acaso que la enorme actividad solar hará colapsar la tecnología que soporta nuestro sistema actual, creando caos en los mercados de valores y sumiendo la economía mundial en una crisis total?
Todo parece indicar que hay varios factores de riesgo en juego que apuntan y convergen para esos no tan lejanos años. De cualquier modo, una tormenta se avecina.

Posteado por Alex Bariloche