domingo, 21 de junio de 2009

Minimo de Maunder

El mínimo de Maunder es el nombre dado al período de 1645 a 1715 D.C., cuando las manchas solares desaparecieron de la superficie del Sol, tal como observaron los astrónomos de la época. Recibe el nombre del astrónomo solar E.W. Maunder quién descubrió la carestía de manchas solares durante ese período estudiando los archivos de esos años. Durante un período de 30 años dentro del Mínimo de Maunder, los astrónomos observaron aproximadamente 50 manchas solares, mientras que lo típico sería observar entre unas 40.000 y 50.000 manchas.



El mínimo de Maunder ocurrió entre 1645 y 1715 cuando sólo se observaron aproximadamente 50 manchas en lugar de las entre 40.000 y 50.000 manchas típicas. La actividad en manchas en períodos de 10 años entre 1610 - 1681 es como sigue:
Manchas solares por décadas:
- 1610 9 - 1620 6 - 1630 9 - 1640 2 - 1650 3 - 1660 1 - 1670 0 - 1680 1

Durante el mínimo de Maunder había bastantes manchas solares para que pudieran extrapolarse ciclos de 11 años. Los máximos ocurrieron en 1674, 1684, 1695, 1705 y 1716.

La actividad de la mancha solar se concentró entonces en el hemisferio sur del Sol, salvo el último ciclo cuando las manchas solares también aparecían en el hemisferio norte.

Según la ley de Spörer, al inicio de un ciclo las manchas aparecen a elevadas latitudes, durante el ciclo van apareciendo a más bajas latitudes, hasta que alcanzan latitud. 15° en el máximo solar. El promedio continúa bajando hasta 7° y después de eso, mientras las manchas del ciclo viejo se acaban, el nuevo ciclo vislumbra su comienzo con nuevas manchas a latitudes altas.


La pequeña Edad de Hielo

El mínimo de Maunder coincidió con la parte más fría de la llamada Pequeña Edad de Hielo, de los siglos XV al XVII, durante la que Europa, América del Norte, y quizás el resto del mundo, sufrió inviernos muy crudos.

Si hay una conexión causal entre la baja actividad de las mancha solares y los inviernos fríos es un tema que todavía se discute. Algunos científicos creen que la variación solar es la responsable del cambio climático más que el anhídrido carbónico (ver calentamiento global)


Otras observaciones


Investigaciones recientes publicadas sugieren que la rotación del Sol sufrió un retardo en la parte más central del mínimo de Maunder (1666 -1700). Al nivel actual de nuestro conocimiento de la física solar, un Sol más grande y más lento implica necesariamente un Sol más fresco y que proporciona menos calor a la Tierra. (El mecanismo que hace que una estrella se expanda y contraiga es aun incierta, aunque muchas estrellas sufren pulsaciones).
Los acontecimientos de la actividad solar quedaron grabados en el carbono radiactivo.

La más baja actividad solar durante el mínimo de Maunder afectó a la cantidad de radiación cósmica que alcanzó la Tierra. El cambio resultante en la producción de carbono-14 durante ese período causó inexactitud en la datación por carbono radiactivo hasta que este efecto fue descubierto.

La actividad solar también afecta la producción de berilio-10, y sus variaciones en la producción de este isótopo se usan para reconstruir la actividad solar.

Se han descubierto otros mínimos históricos de la manchas solares o por el análisis de carbono-14 en los testigos de hielo o en los anillos de los árboles; éstos incluyen el Mínimo de Spörer (1450 -1540), y el Mínimo de Dalton (1790 -1820). En total parece haber 18 períodos de mínimos de las manchas solares en los últimos 8.000 años, y los estudios indican que el Sol permanece un cuarto de su tiempo en estos mínimos.



¿Están desapareciendo las manchas solares?

El mínimo de Maunder es el nombre dado al A.D. del período áspero a partir la 1645 a 1715, cuando la mancha solar s llegó a ser excesivamente rara, según lo observado por los observadores solares del tiempo. Se nombra después de que el astrónomo solar más último E.W. Maunder que descubrió la penuria de manchas solares durante ese período estudiando expedientes a partir de esos años. Durante un período 30-year dentro del mínimo de Maunder, por ejemplo, los astrónomos observaron solamente cerca de 50 manchas solares, en comparación con puntos más típicos un 40,000–50,000.


Números de la mancha solar sobre los últimos 400 años

El Maunder Mininum coincidió con el &mdash medio; y el &mdash más frío de la parte; de la pequeña edad de hielo supuesta , durante la cual Europa y Norteamérica , y quizás mucha del resto del mundo, fueron sujetadas a los inviernos amargamente fríos. Los datos recientemente publicados sugieren que el sol se amplió durante el mínimo de Maunder y su rotación se retardó. En nuestro nivel actual de la comprensión de la física solar, un sol más grande y más lento implica necesariamente un sol más fresco que proporcione menos calor a la tierra . (apenas porqué el sol se amplía y los contratos siguen siendo un misterio, aunque muchas estrellas hacen tan a un grado igual o mayor; vea la estrella variable .)

Si hay una conexión causal entre la actividad baja de la mancha solar y los inviernos fríos es el tema de en curso discute. Algunos científicos creen que lo hace el cambio solar del clima de las impulsiones de la actividad más que el bióxido de carbono (véase calentarse global ).

La actividad solar más baja durante el mínimo de Maunder también afectó la cantidad de radiación cósmica que alcanzaba la tierra. El cambio que resultaba en la producción del carbono-14 durante ese período causó una inexactitud en el radiocarbono que fechaba hasta que este efecto era discoverd.

Otros mínimos históricos de la mancha solar han sido detectados directamente o por el análisis del carbono-14 en corazones del hielo ; éstos incluyen el mínimo de Sporer (1450–1540), y menos marcado el mínimo de Dalton (1790–1820). En total se parece haber habido 18 períodos de los mínimos de la mancha solar en los 8.000 años pasados, y los estudios indican que el sol pasa actualmente hasta un cuarto de su tiempo en estos mínimos.

CIENCIA SIMULADA : La Estafa de Kioto y el Calentamiento

(Réplica al informe del IPCC del 2007 y al apagón global).

Autor del libro: Calor glacial

Acaba de salir un estudio de científicos chinos que vaticinan un brusco enfriamiento para los próximos 20 años (Zhen-Shan, L. y Xian, S, 2007), pero esta noticia no saldrá en los grandes medios: sólo el terror global instilado por el último informe de la ONU-IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático)- por el calentamiento supuestamente debido C02 inundará nuestros castigados oídos.

Nadie puede demostrar que el cambio climático se deba a efecto antropogénico. La ONU sólo se basa en suposiciones y simulaciones por ordenador, pero eso no es ciencia, es una simulación científica, es política teñida de dinero y creencias especulativas.
CONTAMINAMOS MÁS AL RESPIRAR

La desinformación del cambio climático y la manipulación de la propaganda que nos da la ONU son ubicuas. El C02 humano anual es de 6000 millones de toneladas, que queda en 1.500 porque la mitad se absorbe por la vegetación y océanos y la otra mitad es de agricultura y ganadería. Al respirar emitimos al año unos 2.500 millones de toneladas y hay 750.000 millones totales en la atmósfera (Essex & MacKitrick, 2003), por lo que es imposible que el C02 humano pueda producir un cambio climático.

El C02 o el vapor de agua (el mayor factor invernadero) actúan como el plástico o cristal de un inver-nadero, retienen el calor que sale de la tierra por la irradiación solar infrarroja.El efecto invernadero es bueno y natural, da prosperidad como dijo Arrenhius, su descubridor y corroboró Budyko, otra autoridad.

El aumento de temperatura en un siglo ha sido de 0, 6º, y sólo la mitad se debe al C02 según los exper-tos de la ONU (informe IPCC, 2001). Las máximas diurnas únicamente han aumentado 0,2 grados en un siglo (Esterling et al, 1997). El C02 actual es 380 ppm (parte por millón), cantidad que ya teníamos en el Carbonífero sin Bush y no pasó nada. En el Cámbrico teníamos 7.000 ppm y en la época de los dinosau-rios 3.000 y 6.000 ppm (Scotese, 2001; Berner 2001) y nadie contaminaba entonces ni la temperatura media pasaba apenas de 22º C. En nuestro aliento tenemos 50.000 ppm y nadie se muere. Además, el C02 preindustrial está mal medido, como denuncian Wagner y Van Hoff, por lo que el aumento actual es todavía menor al estipulado: sólo 40-50 ppm.

Dicen que con 540 ppm vendrá una catástrofe, pero esa proporción ya la tenemos en grandes ciudades industriales y seguimos vivos. Hace 70.000 años hubo un aumento de 16º C en Groelandia (Evento Dansagaar-Oeschger 19) y no pasó nada y nadie contaminaba. ¿Cómo vamos a haber provocado un desastre nosotros por sólo medio grado (0,3º C real por C02) y 18 cms de subida de nivel del mar?. Esto es Ciencia Ficción. Sólo esto rebate Kioto.

El Dr. William Ruddiman, de la Universidad de Virginia, ha dicho que el C02 es bueno porque retrasa la glaciación y afirma que el actual calentamiento empezó hace miles de años. El C02 no aumenta la tem-peratura, como lo prueba que en los 40-70 el C02 subía y la temperatura bajaba 0,3º debido a los ciclos solares (Murray Mitchell jr, 1976).

Hace mil años cultivábamos la vid en el sur de Inglaterra en el llamado Óptimo Climático Medieval: hubo un calentamiento antes de la mini era glacial del Mínimo de Maunder del 1650, algo que es lo que va a pasar ahora con el mínimo de Gleissberg del 2020 por lo que la histeria del IPCC no tiene ninguna base científica. Esto demuestra que el actual calentamiento no es el mayor de los últimos siglos: es una oscilación lógica, cíclica y natural, que anticipa una fase de enfriamiento, todo lo contrario a lo que nos venden.

El nivel del mar sólo ha subido 18 cms en un siglo según la ONU (6 cm reales según Wadhams & Munk, 2003) y el cataclismo que dicen los modelos que ocurrirá en 100 años será –si ocurre- por 55 u 88 ridículos centímetros, según el IPCC. La ONU pide sospechosamente 200.000 millones de dólares anuales para prevenir este Apocalipsis.

El NERC, Instituto Inglés que se está forrando con el calentamiento, pide 9 trillones de dóalres. Del NERC proviene el Informe Stern que pregonó Blair, que anuncia un gran desastre. Pero Nicholas Stern es fuente interesada, un miembro de la ONU, vicepresidente del Banco Mundial, además de que el NERC ha recibido 20 millones de libras para salvarnos del calentamiento.

Kioto es un mercado que mueve 200.000 millones de dólares hasta 2012 y que a España le va a costar 19.000 millones de Euros, según auditoría de Price Waterhouse Coopers. Somos los que menos contami-namos y los que más pagamos, debido a las pésimas negociaciones que hicieron Narbona y Tocino. De-trás de la indemostrable hipótesis de Kioto, que no multa por ejemplo el CO2 de los automóviles, hay principalmente dinero, negocio y política, porque la ciencia ahora está politizada y los científicos viven de las subvenciones del gobierno e instituciones.
EL BULO DEL CONSENSO: 18.000 ESCÉPTICOS

La mayor parte de los científicos del mundo rechaza la hipótesis de que el C02 haya calentado la atmós-fera, 18.000 la rechazan en la llamada Oregon Petition de 1997 (puede verse aquí www.oism.org), presi-dida por Frederick Seitz, ex miembro de la ONU-IPCC allí y ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, que abandonó al IPCC, como el experto en huracanes Dr. Landsea, por la corrupción con que se topó por allí.

Asimismo rechazó a Kioto enérgicamente la llamada Declaración de Leipzig de 1995 firmada hasta por el famoso científico Sir Fred Hoyle, creador de dos de las más célebres teorías sobre el origen del uni-verso y la vida (panespermia); quien anunció junto con su colega Chandra Wikramasinghe, astrofísico autoridad mundial, que nos estamos acercando a una glaciación inminente (Campos, Calor Glacial, 2005).

El Dr. Víctor Bokov, del AARI (Instituto de Investigación Ártica y Antártica), el principal del mundo y el único que predijo el tsunami del Indico, anuncia, basándose en el Índice Meteorológico Vanghenheim-Girs que nos acercamos a una edad de hielo que se iniciaría en el 2010 alcanzando el pico en el 2090. (Campos, 2005).

En el 2006 el Dr. Kabhibullo Abdusamatov, jefe de la Estación Espacial rusa (“la NASA rusa”) quien rechaza las tesis de Kioto, dice exactamente lo mismo: “En 9 ó 6 años iniciaremos una mini era glacial”. Muchos científicos solares como Solanky o Soon y Baliunas, de la Universidad de Harvard, hacen idénticos pronósticos.

Theodor Landscheidt, el único que acertó con la llegada de El Niño, también avisó en los 90 sobre una mini-glaciación, ya que nos acercamos al mínimo de Gleissberg del 2030. De ahí vienen las olas de frío que arrasan en todo el mundo desde hace tres años. De acuerdo al ciclo solar de Suess de 180 años, también toca enfriamiento, ya que el periodo del mínimo de Dalton del XIX ya se ha agotado. Pero el IPCC siempre ningunea los ciclos solares.

Los científicos que predicen un enfriamiento y al mismo tiempo critican Kioto son una legión, encabeza-dos por Fred Singer, John MacKitrik, Steven MacIntyre, Frederick Seitz y Richard Lindzen, el meteorólo-go más reputado de EE UU. El Dr. Zbigniew Jaworoski, ex presidente del UNSCEAR, Comité Científico de las Naciones para los Efectos de las Radiaciones Atómicas, dice que “la civilización occidental será barrida por el hielo” (Campos, 2005).

Cientos de expertos de todo el mundo consideran el escenario de peligro de glaciación como Robert Essenhigh, de la Universidad Estatal de Oregon, que dice que llegará en 5 ó 50 años, Robert Gagosian y William Curry del principal instituto oceanográfico del mundo (Woods Hole Oceanographic Institution), el Informe del Pentágono del 2004, expertos en la Corriente del Golfo como Bryden, Wadhams o Marotzke, oficialistas españoles como Millán Millán o Bailarón (“El día de mañana podría ocurrir”, ha dicho), Peter Clark, Howard Conway, Gerald Dickens, Gerard Bond, Jonh Gribbin, Laurence Hecht, Jack Sauers etc...

Dicen que el incompetente Bush o la petrolera Exxon-Mobil pagan a estos científicos. pero ¿dónde está la campaña de estos autores a quienes los medios silencian por completo? Dicen calentólogos y miem-bros del IPCC, como Piltz y Pielke, que Bush censura estudios, pero es justo al revés: es el IPCC quien depura sin piedad toda disidencia. El Dr. Roy Spencer y otros muchos critican que Science y el IPCC censuran sus estudios anticalentamiento. (Bethell, 2006)

FUNDAMENTALISMO MATEMÁTICO

Los expertos de la ONU -IPCC son sólo 2.500 y todos modeladores, es decir que sólo se basan en simu-laciones computarizadas hechas por ordenador a 100 años para asustarnos o gráficas falsificadas como el famoso Palo de Hockey de Mann y Bradley (miembros del IPCC), donde quitaron el calentamiento me-dieval para que el actual parezca mayor. Nature tuvo que pedir perdón en 2004 por esta trapacería. La mayoría de los autores del IPCC son burócratas científicos -como Pachauri y Qin, los capos de la orga-nización- y todos los científicos especialistas en ciclos solares o paleoclimatólogos son censurados, como todos los citados en este artículo.

El creador del IPCC fue Bert R. Bolin, un fanático de las simulaciones por ordenador que hizo carrera especulando sobre la acción humana en el cambio climático, basándose en estudios de Roger Revelle, el Guru de Al Gore, un paranoico obsesionado por peligro del C02, que es incluso muy beneficioso, porque ayuda al crecimiento de las plantas (Maier-Reimar, Hesselman, Climate Dynamics, 1987)

Por eso el Dr. Michael Crichton avisa sobre este fundamentalismo carbónico y matemático en Estado de miedo (2005) que habría que poner un sello en los modelos computarizados del calentamiento como en los paquetes de tabaco del tipo:

“SIMULACIÓN POR ORDENADOR, PODRÍA SER ERRÓNEA Y NO CUMPLIRSE”

Los especialistas en ciclos solares que son los que dicen que llega una glaciación o enfriamiento no tie-nen cabida en la ONU: Soon, Baliunas, Landscheidt, Jawarowski, Lindzen, Michaels etc.. o la mayoría de los rusos Abdusamatov, Kondratyev, Bokov, Masnich, Bashkirtesev ... La Academia de Ciencias Rusa ha rechazado la tesis de la ONU, porque con temperaturas como -40º el año pasado etc.. no se sostienen.

Eso de que hay consenso es un bulo: lo que hay es la misma corrupción que los informes politizados que hizo la ONU sobre las armas de Irak (Bethell, 2006). Resultó que era todo mentira. Ahora es igual. La prensa bebe de los informes falsos y manipulados de la ONU y da la sensación que hay consenso. Es que si el calentamiento de sólo medio grado en un siglo se dice que es natural, se acabaron los fondos y el negocio de Kioto donde se compra y vende el C02 en un mercado grotesco de 200.000 millones de dólares hasta 2012. Los informes del sida de ONUSIDA están también exagerados y manipulados. La corrupción de la ONU ha sido denunciada por Eric Frattini en un libro homónimo.
LAS MENTIRAS DE POLOS Y GLACIARES

Por eso lo que se dice que hay una legión de científicos de acuerdo es absolutamente falso. Hay una guerra entre multinacionales de energías renovables (que son las petroleras: no son “hippies”: British Petroleum, Shell,Sharp, Siemens, Acciona, Enron etc...) y gas contra las del barato carbón por hacerse con el pastel del mercado. Ese es el origen de la fobia contra el C02 del carbón y las eléctricas. Las conferencias de Al Gore, por ejemplo, las paga ACCIONA para promocionar las renovables eólica-solar. (ver http://www.todosolar.com).Greenpeace es accionista de Shell.

Frente a lo que nos machacan a diario, la Antártida y Groelandia se enfrían en general (Doran, 2002, Johanessen, 2005) aunque haya partes que se deshielen por causas naturales y la mayoría de los gla-ciares se mantienen estables (Braithwaite, 2002) o crecen, como los más grandes (Lambert, Logan, Naruse...). Hay que recordar que las dos últimas glaciaciones se produjeron por el deshielo del Ártico, que cortó la Corriente del Golfo, que calienta el hemisferio Norte.

El Aletsch alpino se retraía ya en el siglo XIX y el Kilimanjaro se deshiela por la deforestación (Khaser et al, 2004). Los glaciares del Himalaya Oeste aumentan, según Fowland (2006), que echa la culpa de todo al calentamiento en un informe encargado y pagado por el IPCC, del cual es miembro, un ejemplo de los informes y conclusiones de la ONU, en los cuales ninguna persona informada debería creer.